Tanto en lo que se refiere a la realización de contenidos como de la portada y otros elementos que pueda contener el fanzine, cuenta con una manera de hacer tan diferente como diferentes son los fanzines entre sí, y tan interesante que os invito a contar cómo haceís vosotrxs vuestros fanzines. Hoy y aquí expondré cómo es el proceso de creación de los fanzines de Bombas para desayunar.
Cocinando en la habitación.
El primer paso es crear los contenidos, escribiendo, dibujando, fotografiando, estos de alguna manera van a condicionar el siguiente paso, que será, montarlos, pegarlos, pasarlos a ordenador...veremos. Una vez que hemos escrito o dibujado lo que queremos publicar se nos presentan dos posibilidades: usar el ordenador o hacerlo todo manual. Los primeros fanzines que realicé los hacía íntegramente a mano, de la manera más rudimentaria. El ordenador únicamente me servía para escribir los artículos, que después imprimía y encajaba en la primera matriz cortando y pegando. En esta matriz, un folio en blanco con el tamaño del fanzine, iba incorporando los textos. Era un trabajo bastante largo y costoso, aunque lo sigo haciendo así cuando se trata de un fanzine de historietas o de dibujos.
Pero sin duda hubo un antes y un después desde que descubrí el programa In Design. Es esta herramienta la que uso para maquetar y realizar fanzines con texto o fotografías. Cómoda y fácil de usar. Hasta el momento me ha dado muy buenos resultados. Todo colocado al milímetro para evitar sorpresas desagradables a la hora de imprimir como frases o palabras cortadas.
Un vez que tenemos los textos hechos o los dibujos pegados toca el que es uno de los pasos que personalmente me parecen más estresantes: ordenar las páginas.
Ordenando que es gerundio.
Ordenar las páginas para que coincidan es quizás la labor que más nervios me produce. Para no confudirme tengo una técnica infalible: realizo un pequeño fanzine "guía" con trozos de folios paginados (y con alguna identificación de la página para no confundirme).
Compruebo una y otra vez que todo esté bien colocado, para que a la hora de fotocopiar no me lleve ningún susto y las páginas coincidan con las que tienen que coincidir.
A partir de ahí, vuelvo a la matriz, un segundo folio en el que iré colocando las páginas siguiendo la guía. Página 1 y 30 por delante, página 29 y 2 por detrás, colocando y pegando hasta que tengo todo el fanzine colocado y pegado surgiendo así "la matriz definitiva", que fotocopiaré hasta el infinito.
Cortar, doblar, cortar, doblar, cortar, doblar, cortar, doblar.
Y una vez hecho esto, ya tenemos un montón de fotocopias mirándonos desafiantes, amontonadas en el escritorio.
El hecho de que los fanzines que he ido publicando cuenten con un tamaño A6 (es decir, medio folio DIN A4 doblado) hace que la labor de cortar goce de un protagonismo significativo (ni os cuento cuando el fanzine es de tamaño A7). Primero corto los folios a la mitad (en un DIN A4 me salen 8 páginas), las doblo y dependiendo de mi puntería tengo que hacer alguna modificación para que los bordes no sobresalgan mucho. Cortar, cortar, cortar. Y una vez que todas las páginas están cortadas, las doblamos. Doblar, doblar, doblar. Todo este proceso lo hago mecánicamente, como en una cadena de montaje, cojo un montón de folios y corto, corto, corto, doblo doblo, doblo. Aunque antes de cortar y doblarlo todo, hago un primer fanzine para comprobar que no hay ningún error (el momento de mayor tensión, porque si después de tener en tu mesa 500 fotocopias esperando para ser cortadas y dobladas te has confundido con una páginas prepárate para llorar). Muchas páginas dobladas, que coloco religiosamente. Ya tenemos casi casi hecho el fanzine, ahora queda lo más importante.
La portada es el espejo del alma.
Hacer la portada, lo primero que se va a ver de tu fanzine, lo que en gran medida va a hacer que alguien se interese por él y no. Hay infinitas maneras, materiales, técnicas para hacer la portada. Yo siempre que me lo permite la paciencia opto por hacerlas manualmente, una por una, para que cada fanzine tenga ese toque que le haga especial y único.
Esta sí que es mi parte preferida, elegir un material sugerente, un dibujo que refleje de alguna manera lo que el fanzine contiene, utilizar colores y tipografías distintas, etc. Puedes elegir desde una portada en folio normal o un folio de color hasta un papel de mayor gramaje, con algo de grano, una cartulina, un cartón ¡o cualquier otra cosa que se te ocurra!. La puedes dibujar, fotocopiar, grabar, serigrafiar, sellar, imprimir, colorear... Las posibilidades se cuentan por millones, tantas como tu imaginación te permita crear. En mi caso, prefiero la cartulina o el cartón, para que tenga una mayor enjundia. Respecto al resto, depende del fanzine, he publicado fanzines con portada fotocopiada, impresa, sellada y pintada con spray.
Un vez que tenemos la portada hecha y hemos colocado los contenidos dentro, ¡hay que unirlo todo!
Grapa, grapa, hey!
De nuevo, para que el fanzine quede "encuadernado", contamos con unas cuantas opciones, desde utilizar una goma colocada de manera vertical en el medio del zine hasta utilizar un hilo gordo o la clásica grapa, opción que de momento he utilizado siempre. Pero, mis problemas con las grapadoras (siempre tengo algún incidente que destroza lo que grapo) me hacen utilizar una técnica de lo más rudimentaria: suelto la grapa y marco en el zine dónde irán los agujeros, estos los hago con una chincheta y después introduzco la grapa y la doblo manualmente. Y no, no quiero hacerlo con la grapadora directamente, para mí esta es la mejor manera de hacerlo.
Bueno, los hemos grapado, y...¡ya está el fanzine hecho! ¡Y qué satisfacción se siente al verlos hechos! Ahora podemos embolsarlos, dejarlos así, meterlos en un sobre, hacerle una cajita, lo que se nos ocurra.
Y es cuando llegamos a este punto, cuando después de los cabreos, los sustos, las manos sucias y doloridas en algún caso, el cuello hecho una ese, el culo cuadrado, decimos: ¡CÓMO ME GUSTA HACER FANZINES!
Cocinando en la habitación.
El primer paso es crear los contenidos, escribiendo, dibujando, fotografiando, estos de alguna manera van a condicionar el siguiente paso, que será, montarlos, pegarlos, pasarlos a ordenador...veremos. Una vez que hemos escrito o dibujado lo que queremos publicar se nos presentan dos posibilidades: usar el ordenador o hacerlo todo manual. Los primeros fanzines que realicé los hacía íntegramente a mano, de la manera más rudimentaria. El ordenador únicamente me servía para escribir los artículos, que después imprimía y encajaba en la primera matriz cortando y pegando. En esta matriz, un folio en blanco con el tamaño del fanzine, iba incorporando los textos. Era un trabajo bastante largo y costoso, aunque lo sigo haciendo así cuando se trata de un fanzine de historietas o de dibujos.
Pero sin duda hubo un antes y un después desde que descubrí el programa In Design. Es esta herramienta la que uso para maquetar y realizar fanzines con texto o fotografías. Cómoda y fácil de usar. Hasta el momento me ha dado muy buenos resultados. Todo colocado al milímetro para evitar sorpresas desagradables a la hora de imprimir como frases o palabras cortadas.
Un vez que tenemos los textos hechos o los dibujos pegados toca el que es uno de los pasos que personalmente me parecen más estresantes: ordenar las páginas.
Ordenando que es gerundio.
Ordenar las páginas para que coincidan es quizás la labor que más nervios me produce. Para no confudirme tengo una técnica infalible: realizo un pequeño fanzine "guía" con trozos de folios paginados (y con alguna identificación de la página para no confundirme).
Compruebo una y otra vez que todo esté bien colocado, para que a la hora de fotocopiar no me lleve ningún susto y las páginas coincidan con las que tienen que coincidir.
A partir de ahí, vuelvo a la matriz, un segundo folio en el que iré colocando las páginas siguiendo la guía. Página 1 y 30 por delante, página 29 y 2 por detrás, colocando y pegando hasta que tengo todo el fanzine colocado y pegado surgiendo así "la matriz definitiva", que fotocopiaré hasta el infinito.
Cortar, doblar, cortar, doblar, cortar, doblar, cortar, doblar.
Y una vez hecho esto, ya tenemos un montón de fotocopias mirándonos desafiantes, amontonadas en el escritorio.
El hecho de que los fanzines que he ido publicando cuenten con un tamaño A6 (es decir, medio folio DIN A4 doblado) hace que la labor de cortar goce de un protagonismo significativo (ni os cuento cuando el fanzine es de tamaño A7). Primero corto los folios a la mitad (en un DIN A4 me salen 8 páginas), las doblo y dependiendo de mi puntería tengo que hacer alguna modificación para que los bordes no sobresalgan mucho. Cortar, cortar, cortar. Y una vez que todas las páginas están cortadas, las doblamos. Doblar, doblar, doblar. Todo este proceso lo hago mecánicamente, como en una cadena de montaje, cojo un montón de folios y corto, corto, corto, doblo doblo, doblo. Aunque antes de cortar y doblarlo todo, hago un primer fanzine para comprobar que no hay ningún error (el momento de mayor tensión, porque si después de tener en tu mesa 500 fotocopias esperando para ser cortadas y dobladas te has confundido con una páginas prepárate para llorar). Muchas páginas dobladas, que coloco religiosamente. Ya tenemos casi casi hecho el fanzine, ahora queda lo más importante.
La portada es el espejo del alma.
Hacer la portada, lo primero que se va a ver de tu fanzine, lo que en gran medida va a hacer que alguien se interese por él y no. Hay infinitas maneras, materiales, técnicas para hacer la portada. Yo siempre que me lo permite la paciencia opto por hacerlas manualmente, una por una, para que cada fanzine tenga ese toque que le haga especial y único.
Esta sí que es mi parte preferida, elegir un material sugerente, un dibujo que refleje de alguna manera lo que el fanzine contiene, utilizar colores y tipografías distintas, etc. Puedes elegir desde una portada en folio normal o un folio de color hasta un papel de mayor gramaje, con algo de grano, una cartulina, un cartón ¡o cualquier otra cosa que se te ocurra!. La puedes dibujar, fotocopiar, grabar, serigrafiar, sellar, imprimir, colorear... Las posibilidades se cuentan por millones, tantas como tu imaginación te permita crear. En mi caso, prefiero la cartulina o el cartón, para que tenga una mayor enjundia. Respecto al resto, depende del fanzine, he publicado fanzines con portada fotocopiada, impresa, sellada y pintada con spray.
Un vez que tenemos la portada hecha y hemos colocado los contenidos dentro, ¡hay que unirlo todo!
Grapa, grapa, hey!
De nuevo, para que el fanzine quede "encuadernado", contamos con unas cuantas opciones, desde utilizar una goma colocada de manera vertical en el medio del zine hasta utilizar un hilo gordo o la clásica grapa, opción que de momento he utilizado siempre. Pero, mis problemas con las grapadoras (siempre tengo algún incidente que destroza lo que grapo) me hacen utilizar una técnica de lo más rudimentaria: suelto la grapa y marco en el zine dónde irán los agujeros, estos los hago con una chincheta y después introduzco la grapa y la doblo manualmente. Y no, no quiero hacerlo con la grapadora directamente, para mí esta es la mejor manera de hacerlo.
Bueno, los hemos grapado, y...¡ya está el fanzine hecho! ¡Y qué satisfacción se siente al verlos hechos! Ahora podemos embolsarlos, dejarlos así, meterlos en un sobre, hacerle una cajita, lo que se nos ocurra.
Y es cuando llegamos a este punto, cuando después de los cabreos, los sustos, las manos sucias y doloridas en algún caso, el cuello hecho una ese, el culo cuadrado, decimos: ¡CÓMO ME GUSTA HACER FANZINES!
Viva!!!
ResponderEliminarhttp://orfidal.tumblr.com/post/7490048321/como-hacemos-orfidal-en-contestacion-a-este-post
ResponderEliminarespectacular! un muybuen resumen de como se fabrica un fanzine! saludos desde Santiago de Chile! de Costalazo Ediciones!
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